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Una vuelta a las guerras religiosas en la época post-Al Andalus


Portada de La mano de Fátima (Ildefonso Falcones)
La mano de Fátima
Hoy toca hablar de otra novela histórica. Sí, este verano me ha dado por rememorar diferentes momentos de la Historia, tanto mundial como nacional. Después de que los personajes, tanto reales como inventados hayan formado parte de muchas horas de mi vida he llegado a la conclusión de que la historia es algo cíclico, siempre repetimos las mismas guerras, los mismos problemas... Tal vez, además de vivir el presente y soñar el futuro, deberíamos aprender del pasado, de todos los errores que se han cometido.

Ahora, entrando ya en materia, el libro a comentar hoy es La mano de Fátima, de Ildefonso Falcones, el cual nos hace viajar a las Alpujarras granadinas en el siglo XV, donde miles de moriscos luchan por mantener su cultura, sus tradiciones y sus derechos. A pesar de que en la toma de Granada los Reyes Católicos les aseguraron que se iban a mantener sus derechos y sus propiedades, los intereses económicos de los señores de la zona pudieron más. Los moriscos, hartos de tantos abusos, comienzan una lucha sin cuartel, en las intrincadas montañas de Sierra Nevada.

En esta situación conocemos la historia del protagonista, Hernando, un muchacho de 14 años que vive en Juviles, denigrado por todos los moriscos, incluida su propia familia, por su ascendencia cristiana. En este desprecio generalizado sobrevive hasta la llegada de la guerra de las Alpujarras en la que hace todo lo posible por subsistir, tener a su lado a su familia y poner razón en una guerra absurda en las que se lucha por prejuicios y por intentar imponer una religión al otro bando.

En este camino que recorre a lo largo de toda su vida por los antiguos reinos de Al-Andalus, se le unen multitud de personajes de ambos bandos que le ayudarán o intentarán poner en peligro su vida. Siempre mostrándonos los grandisiosos parajes de Andalucía, especialmente, la majestuosa Córdoba en la que conviven la herencia árabe de Al-Andalus con los nuevos ritos y tradiciones que los cristianos han traído consigo.

Sin embargo, lo que más destacaría es el papel de las mujeres, tanto moriscas como cristianas, a lo largo de todo el libro. Destacando a la luchadora, valiente y genial Fátima, seguida de Aisha, fiel a sus principios hasta el final, en el lado morisco y Rafaela e Isabel en el territorio cristiano. Es muy fácil intuir como todos los personajes masculinos tratan de imponer sus opiniones siempre a través de violencia y tejemanejes mientras que las mujeres luchan intentando razonar, a través de acuerdos.
Colgante árabe denominado "La Mano de Fátima"
La mano de Fátima, colgante propiedad de una de las protagonistas queda nombre del libro


En conclusión, un libro muy recomendable que me afirma en mi postura de que las religiones han sido, son y serán (si no lo cambiamos) motivos de guerra y lucha siempre entre los que nos hacemos llamar (mal hecho) seres humanos. Deberíamos aprender a respetar a los demás y no tratar de imponer nuestra opinión, ni en el ámbito de la religión ni en ningún otro. Para muestra, una cita del libro:
Continúa luchando por lo que sientes, pero piensa siempre que el único camino es el de la palabra, el de la comprensión, nunca el de la espada.
Por ciero, no me ha gustado mucho el final del libro. ¿Alguno lo habeis leído? ¿Qué opinais vosotros?

Comentarios

  1. Tiene muuuy buena pinta!!!
    Y sí, tendríamos que aprender del pasado!
    Firmado: tu fan Nº1!! :)

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